miércoles, 23 de mayo de 2012

Ficticias noches de verano

Nocturna Viena

Tengo ganas de rasgar. De morder, de cortar. De arrancar.
De saltar por la ventana y beberme a la tranquila y húmeda Viena nocturna.

De corromper con miradas. De robar alientos. De elevar los gemidos y alzar los sueños. De tener el todo en las manos. De flotar. Tengo ganas de correr y girar, de explotar. De arrancar con los dientes los sinsentidos para condenarlos al exilio perpetuo.

De gritar. Tengo tantas ganas de gritar.


Ganas de fundirme con la noche para esconderme con ella del día.

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