lunes, 12 de septiembre de 2011

Lávame los ojos

Empezar a creer en lo que nunca creímos posible por no abandonar el sentimiento.

Resulta gracioso como no somos capaces de creer en las cosas hasta que nos derriban de lleno.
"Yo no creo que eso sea posible" ¿Y si ? ¿Y si nuestros conceptos siempre han estado desfasados? ¿Y si las cosas no tienen por qué ser unilaterales o convencionales?

¿Cómo podemos habituarnos a esta nueva manera de asimilar lo que nos ocurre si no tenemos ningún modelo fijo, si no todo el mundo lo acepta? ¿Y si solo estuviéramos aceptando esta nueva realidad porque pudiera de alguna manera beneficiarnos entre el desamparo?

No sé como expresar más diciendo menos. Hay cosas de las que no quiero/debo/puedo/me apetece hablar. Ojalá todo el mundo pudiera entender sin hallar relaciones lógicas, simplemente abstrayéndose. Entonces yo no necesitaría buscar cómo decir más con menos.

Prometo clarificar mis ideas en entradas menos crípticas.

Cuestiones a parte, tengo miedo. Estos días están yendo demasiado deprisa. Demasiadas momentos en pocas semanas. Demasiadas cosas por hacer, demasiada gente. Demasiadas emociones en un pecho tan inquieto y enjuto.



Ahora que ya estamos subidos en la montaña rusa, apunto de ponernos el cinturón, no podemos permitirnos tener miedo y mirar con ansiedad la salida de emergencia. Una vez dentro solo nos queda apretar fuerte el cinturón, respirar, y esperar a que empiece.