miércoles, 7 de julio de 2010

Dedícatelo




Si el gris que te rodea apaga los días
convirtiendo el Sol en ceniza,

ven conmigo.
Dame la mano. Haremos puenting al vacío.
Con sólo música en los oídos y una sonrisa atada a los labios.
Mi lengua te custodia y mis brazos te enredan en el Hoy, el Mañana, y un Ayer que no existe.
Sube conmigo hasta la planta más alta.

En el frío suelo.
Mírame. Calla.
Tengamos las estrellas como salvapantallas,
como testigos del calor que se escapa.

De tu preso aliento
que contamina el silencio.

Una noche más.