jueves, 20 de junio de 2013

Cuidado con la vida, que quema.

No está.
Ninguno está.
De nuevo, una vez más, sólo quedamos mis demonios y yo.

Pero esta vez las penas han quedado al fondo, muy al fondo. Bajo tierra. Y ya no soy tan capaz de oír bien sus vibraciones desde la superficie. Habré perdido oído o puede que por una vez no se me de tan mal eso de ignorar. Ahora solo me limito a tenderme sobre ellas para abrirme al sol y a sus caricias. Y escuchar los trinos de las golondrinas que me vuelan por encima. Fuera de las limitaciones terrenales, pasando a ras de de las penas para acabar alzando al infinito las alegrías.


Mucho tiempo sin vernos, Verano. Querido amigo.

sábado, 15 de junio de 2013

Desapegos

No me roces,
ni me toques,
ni me mires,
ni me tientes
a lanzarme en picado
a encenderte los oídos
acariciándote el costado,
y a llevarte siempre conmigo.
A todos lados
A cualquier sitio.


Aires