martes, 18 de agosto de 2009

Para pensar

Ayer, cojí carrerilla y terminé "El fenómeno de las Fans".
¿Qué pasa?
Que cuando me pongo a leer es antes de irme a dormir.
¿Y qué?
Pues que no suelo estar mucho leyendo porque el sueño me puede.
¿Y todo esto?

Pues bien, primero quería dar las gracias a Bea por prestarme el libro (y por ser tan paciente, ya que lo tuve durante meses esperando) y decirle que tenía razón, no sólo era entretenido y fácil de leer sino que hace pensar. No sé qué tendrá Jordi Sierra i Fabra pero cuando escribe, muchas veces deja caer frases que consiguen dejarte absolutamente sin palabras. Cada vez que leía alguna que me gustara, rompía un pedazo de papel de donde podía y lo usaba de marcapáginas (Tranquila Bea, nunca del libro jaja). Y luego, para mi sorpresa resultaba que al final, además de artículos de una psicóloga que estaban muy bien la mayoría, te trae un recuento de frases destacadas en el libro.

Prefiero vivir con mis errores que con los de los demás.

El éxito es un mal amigo.

La cultura es absorber la vida, sentir las cosas, tener conocimientos y emplearlos cuando, como y donde convenga.


Y la frase que me enamoró:


Los poetas crean castillos en el aire, los locos los habitan y los psiquiatras cobran el alquiler.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Visita


Una situación se repite en mi vida continuamente, y sé que seguirá ocurriendo por una u otra cosa más adelante. Es como en una película en la que se repite rápidamente la misma escena, en la que la protagonista lleva distinta ropa en cada escena y se aprecian luces diferentes en cada una de ellas para que haga parecer que son días distintos.

Entro por la puerta de mi cuarto, me coloco en frente de la cama y me desplomo. A veces en vez de desplomarme por la parte inferior de la cama lo hago por un lateral, y en estos casos acabo con la cabeza y el pelo colgando. Una vez encima de la cama, miro al techo. A veces para concentrarme mejor cierro los ojos. Lo más seguro es que también suba las manos y las coloque por encima de la cabeza reposando sobre la colcha. Puede que las deje pegadas al cuerpo en un falso intento de intentar calmar mi cuerpo y relajarme, pero eso solo a veces. Las piernas pueden estar estiradas, flexionadas o incluso me puedo poner a levantarlas y llevarlas hasta la cabeza, con la simple intención de relajarme por completo.Muchas veces me mareo, sobre todo si estoy con la cabeza colgando. La sangres me baja a la cabeza y ese extraño momento de tensión es como si me aliviara, aunque cuando me incorporo vea estrellitas. Me calma supongo. Por eso al levantar las piernas me ocurre algo parecido.

Y en ese momento, cuando estás sola, con las luces apagadas y la ventana entreabierta, cuando sólo piensas en tus cosas, los sientes. Sientes como se acercan, oyes sus pasos y ahí deben de estar de nuevo. Deben estar aproximándose a donde estás, como siempre. Tan sólo giras un poco la mirada en dirección a la puerta y ahí se encuentran ellos dos. Vacilantes, con la sonrisa de oreja a oreja y ese asqueroso brillo en los ojos. Esa expresión en sus caras que denota sus intenciones hacia ti. Como si llevaran sogas en las manos para torturarte. Saben que se divertirán aunque para tí no sea un rato agradable.

Bienvenidos de nuevo, Frustración y Rechazo,

¿Cuánto tiempo no?


Es como una maldición, como si estuvieran destinados a visitarte cada cierto tiempo. como si fuera su trabajo. La tarea de Frustración consiste en ponerte nerviosa para dificultarte una buena elección a tus problemas. La de Rechazo consiste en volver negativas cualquier intención, llegando a hacer que todo te parezca inútil y sin valor.

Una vez entran en la puerta no puedes hacer nada por detenerles, excepto...

Excepto cerrar los ojos. Los ignoras y cierras fuerte los ojos, te relajas, te desahogas y te haces la dormida. Tan bien lo haces que acabas por dormirte. Al levantar, vuelves a estar sola en tu cuarto. Con las luces apagadas, y con la ventana entreabierta. Ya no te importa nada, hasta la próxima visita.


PD: La foto de esta entrada la saqué hace unos meses. El ambiente era precisamente el que aparece en la foto y me costó horrores para captarlo.

lunes, 3 de agosto de 2009

No hay luz

El amor no entiende al tiempo. No entiende de segundos, de minutos, horas, días, semanas o meses. Ni siquiera entiende de años.



No entiende de etnias, de prejuicios ni de posiciones sociales. El amor no entiende de colores, de belleza ni de sonrisas. No entiende de economía, de política o empresariales.

El amor, el mayor ignorante de todos. El que sin saber nada, nos hace sentir que lo sabemos todo.

El amor es mentira, o quizás no. No lo sé, nunca supe entenderme bien con él. Nunca supe comprenderle, y quizás por eso ya no me habla.


El verdadero amor, no conoce las agujas que marcan el tiempo. Le es indiferente el instante, el hoy o el mañana. Él sólo sabe contar en vidas, nadie le enseñó más. Dicen que perdura a través de los años, aunque nosotros no lo veamos, ahí está creciendo o disponiéndose a crecer. Que aguanta cualquier conflicto. Una conexión irrompible.

Qué bonita es la teórica, me digo, esta tarde que rompió con el calor de estos días para dar paso a la frescura de una tarde azul. En la penumbra de mi cuarto, nunca tan ideal, sobre el tierno colchón en el que se van depositando las suaves notas del saxofón mientras iluminada por la única luz que queda, la del ordenador donde guardo mis palabras, suspiro y me pregunto:

¿Por qué una tarde más, preguntas sin respuesta?