viernes, 17 de junio de 2011

¿Días de 30 horas?

¿Nunca se les ha ocurrido la idea de que el día debería tener más horas?

Demasiadas cosas en mente.

Me gustaría poder leer muchas más horas al día. Ver más películas. Salir más por ahí.
Crear más.

Pero cuando te das cuenta es de noche. Y estás demasiado cansada para soportar una lectura, o para ver una película. En cambio puedes pasar horas dando tumbos en la red buscando cosas que te interesan, leyendo blogs (gracias G. Reader), aprendiendo un montón de cosas, editando fotos. Curioseando siempre al fin y al cabo.

Se me escapa tanto el tiempo ahora que estoy de vacaciones que estoy haciendo listas de todo para no pasar cosas por alto:

  • Lista de los libros que quiero (y tengo, porque he de devolver algunos esta semana a la biblioteca) leer.
  • Lista de las películas que quiero ver, las que he sacado o me han prestado, y de las que he visto y me han gustado mucho.
  • Lista de las cosas que debo hacer -ésta sí que es importante- porque se me olvidan y luego empiezan los agobios.
  • Lista de cosas que quiero buscar o sobre las que quiero informarme.
  • Lista de las cosas que quiero hacer este verano.
Y además de las listas, apuntar en la agenda todas las citas y compromisos que surgen, que son unos cuantos y se me va mucho la bola con eso.

¡Ojalá el día durase más! Hay tantas cosas que quiero hacer, probar. Tanta gente a la que quiero ver y con la que quiero compartir momentos. Y aún así, tantos momentos de soledad de los que quiero disfrutar.
Siempre lo he dicho, una de mis peores facetas es mi impaciencia. Pero contra ella solo me queda tener fe y aprender a organizarme bien.


¡Ah, por cierto! Esto del mes sin pan es un suplicio. No vale ya con no poder desayunar tostadas o biscotes y buscar alternativas. Tampoco con salir a comer fuera y buscar otras opciones que a su vez no se salgan de mi diminuto bolsillo. No. Ni siquiera con que tus padres te hagan pasar por ir varias veces a comprar el pan, aguantando como una campeona frente a unos 20 tipos de panes distintos. Sino que , encima, vas a ver a tu abuela y te soborna:
Venga, ¡pero mira que bueno! ¡Es pan alemán! hmmmmm... buenísimo. Venga, si nadie te ve, es como si no hubiera pasado - me sonríe-.
Claro, ya. Como si no hubiera pasado. Eso estaría bien si el reto lo pusiera otra persona o si fuera algo imposible. Pero si es un reto personal, y no lo consigues, adiós a la gracia.
Y sí, ahí estábamos el pan alemán y yo, mirándonos con osadía.
Es tut mir leid, mein Schatz, aber ich bin starker.
Le solté en toda su costra de semillas de pan negro. Y me largué.
¡Bam!

¡El reto de este mes va a ser pan comido!

Ah, y es cierto eso de: A falta de pan, buenas son galletas. Este mes lo he aprendido con creces.

2 comentarios:

  1. Quite, quite. Con días de 30 horas sería desgraciado 6 horas mas al día que ahora...


    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

    ResponderEliminar
  2. PUES BUENO 30 HORAS JIJ Y SIEMPRE UNA MENOS EN CANARIAS JI

    ResponderEliminar

puntos de vista