miércoles, 2 de diciembre de 2009

Instinto


No me queda miedo en los bolsillos.

Hoy preferí llenarlos

de pedazos de papel

que hablan de un pasado

propio,

y menos brillante

de lo que hoy día es mi sonrisa.





Tengo ganas de empezar a correr y a decir todo lo que se me ocurra a viva voz.


De correr bajo la lluvia, de gritar, de gritarle al mundo cuatro verdades y dos mentiras.


Descontrolarme, soltar todo lo que me pase por la cabeza, sin enjuiciarlo, sin ver si es hermoso, desagradable, duro, malicioso o cruel. O quizás un poco de todo. Ser totalmente espontánea y dejar de pensar.



Poner al mundo bocaarriba y quedarme yo bocaabajo, mientras le busco sentido al sinsentido y la sangre corre irremediablemente hacia abajo para acumularse en mis sienes.

Désconectame, antes de que se me crucen los cables.



Y aún así,


Me siento bien.

1 comentario:

  1. Esta entrada es justo uno de mis pensamientos estos días. Hacer lo que nos venga en gana sin pensar... ¿Sería tan malo para todos?
    No lo sé, pero sería difícil aunque no dejo de desearlo.

    Un saludo.

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