
Ojalá saliera al balcón,
y se me volase el alma
para viajar y cuidar
[de tu corazón
todas las noches.
y se me volase el alma
para viajar y cuidar
[de tu corazón
todas las noches.
Ojalá la eternidad durara un poco más
para morir y renacer mil veces.
Para encontrarte en el camino
una y otra vez, y otra vez más
y vivir contigo las mil y una noches
cada 365 días reiteradamente.
Ojalá estas noches de aire caliente
no me recordaran tanto a ti
a tu espíritu tempestuoso
a tu miradas, y a tu sonreír.
No me recordaran tus risas
tus manos,
y el brillo
con el que tus ojos me miraban.
El mejor de mis sueños
fue realidad.
Y no lo supe distinguir
en el momento preciso.
Por eso voy a clases particulares,
para aprender a esperar.
Para creer en la vida,
en los sueños,
y en el amar.
Para aprender a curar.
Para aprender a respetar.
Para sobrevivir
sin el elixir de tus manos
y la droga de tu boca.
Para vivir sin tus palabras,
sin el roce de tus miradas
y el calor que provocan.
Para sobrevivir feliz
de haber conocido un sueño.
Y seguir hasta que el destino
vuelva a dejarte caer en mi camino.
Para anhelar sin morir.
Para aprender a vivir.
Si mi pecho tuviera un candado
moriría oxidado
sin la llave de tus dedos*