Una situación se repite en mi vida continuamente, y sé que seguirá ocurriendo por una u otra cosa más adelante. Es como en una película en la que se repite rápidamente la misma escena, en la que la protagonista lleva distinta ropa en cada escena y se aprecian luces diferentes en cada una de ellas para que haga parecer que son días distintos.
Entro por la puerta de mi cuarto, me coloco en frente de la cama y me desplomo. A veces en vez de desplomarme por la parte inferior de la cama lo hago por un lateral, y en estos casos acabo con la cabeza y el pelo colgando. Una vez encima de la cama, miro al techo. A veces para concentrarme mejor cierro los ojos. Lo más seguro es que también suba las manos y las coloque por encima de la cabeza reposando sobre la colcha. Puede que las deje pegadas al cuerpo en un falso intento de intentar calmar mi cuerpo y relajarme, pero eso solo a veces. Las piernas pueden estar estiradas, flexionadas o incluso me puedo poner a levantarlas y llevarlas hasta la cabeza, con la simple intención de relajarme por completo.Muchas veces me mareo, sobre todo si estoy con la cabeza colgando. La sangres me baja a la cabeza y ese extraño momento de tensión es como si me aliviara, aunque cuando me incorporo vea estrellitas. Me calma supongo. Por eso al levantar las piernas me ocurre algo parecido.
Y en ese momento, cuando estás sola, con las luces apagadas y la ventana entreabierta, cuando sólo piensas en tus cosas, los sientes. Sientes como se acercan, oyes sus pasos y ahí deben de estar de nuevo. Deben estar aproximándose a donde estás, como siempre. Tan sólo giras un poco la mirada en dirección a la puerta y ahí se encuentran ellos dos. Vacilantes, con la sonrisa de oreja a oreja y ese asqueroso brillo en los ojos. Esa expresión en sus caras que denota sus intenciones hacia ti. Como si llevaran sogas en las manos para torturarte. Saben que se divertirán aunque para tí no sea un rato agradable.
Bienvenidos de nuevo, Frustración y Rechazo,
¿Cuánto tiempo no?
Es como una maldición, como si estuvieran destinados a visitarte cada cierto tiempo. como si fuera su trabajo. La tarea de Frustración consiste en ponerte nerviosa para dificultarte una buena elección a tus problemas. La de Rechazo consiste en volver negativas cualquier intención, llegando a hacer que todo te parezca inútil y sin valor.
Una vez entran en la puerta no puedes hacer nada por detenerles, excepto...
Excepto cerrar los ojos. Los ignoras y cierras fuerte los ojos, te relajas, te desahogas y te haces la dormida. Tan bien lo haces que acabas por dormirte. Al levantar, vuelves a estar sola en tu cuarto. Con las luces apagadas, y con la ventana entreabierta. Ya no te importa nada, hasta la próxima visita.
PD: La foto de esta entrada la saqué hace unos meses. El ambiente era precisamente el que aparece en la foto y me costó horrores para captarlo.
Entro por la puerta de mi cuarto, me coloco en frente de la cama y me desplomo. A veces en vez de desplomarme por la parte inferior de la cama lo hago por un lateral, y en estos casos acabo con la cabeza y el pelo colgando. Una vez encima de la cama, miro al techo. A veces para concentrarme mejor cierro los ojos. Lo más seguro es que también suba las manos y las coloque por encima de la cabeza reposando sobre la colcha. Puede que las deje pegadas al cuerpo en un falso intento de intentar calmar mi cuerpo y relajarme, pero eso solo a veces. Las piernas pueden estar estiradas, flexionadas o incluso me puedo poner a levantarlas y llevarlas hasta la cabeza, con la simple intención de relajarme por completo.Muchas veces me mareo, sobre todo si estoy con la cabeza colgando. La sangres me baja a la cabeza y ese extraño momento de tensión es como si me aliviara, aunque cuando me incorporo vea estrellitas. Me calma supongo. Por eso al levantar las piernas me ocurre algo parecido.
Y en ese momento, cuando estás sola, con las luces apagadas y la ventana entreabierta, cuando sólo piensas en tus cosas, los sientes. Sientes como se acercan, oyes sus pasos y ahí deben de estar de nuevo. Deben estar aproximándose a donde estás, como siempre. Tan sólo giras un poco la mirada en dirección a la puerta y ahí se encuentran ellos dos. Vacilantes, con la sonrisa de oreja a oreja y ese asqueroso brillo en los ojos. Esa expresión en sus caras que denota sus intenciones hacia ti. Como si llevaran sogas en las manos para torturarte. Saben que se divertirán aunque para tí no sea un rato agradable.
Bienvenidos de nuevo, Frustración y Rechazo,
¿Cuánto tiempo no?
Es como una maldición, como si estuvieran destinados a visitarte cada cierto tiempo. como si fuera su trabajo. La tarea de Frustración consiste en ponerte nerviosa para dificultarte una buena elección a tus problemas. La de Rechazo consiste en volver negativas cualquier intención, llegando a hacer que todo te parezca inútil y sin valor.
Una vez entran en la puerta no puedes hacer nada por detenerles, excepto...
Excepto cerrar los ojos. Los ignoras y cierras fuerte los ojos, te relajas, te desahogas y te haces la dormida. Tan bien lo haces que acabas por dormirte. Al levantar, vuelves a estar sola en tu cuarto. Con las luces apagadas, y con la ventana entreabierta. Ya no te importa nada, hasta la próxima visita.
PD: La foto de esta entrada la saqué hace unos meses. El ambiente era precisamente el que aparece en la foto y me costó horrores para captarlo.
Al final...
ResponderEliminarMe vas a derrotar fotografiando!
Frustración y Rechazo son unos putones, cuántas veces hemos recibido sus visitas...
Pero los puedes combatir apoyandote en su mayor enemigo: la objetividad de los amigos.
(L)
Entiendo lo que explicas, porque a mi tambien me ha pasado eso muchas veces. Frustracion y Rechazo... malditos inutiles ¬¬!
ResponderEliminarMe encanta la foto, de verdad, pudiste captar el ambiente aunque te costara, pero eso quiere decir que estas progresando ^^
Dios! pero que fotón*-*
ResponderEliminarY el texto es mortal!
Felicidades chica!
(L)
Duu.